Mar de Sangre

En realidad no hay realidad.

Aprendiendo a convivir con los fantasmas decidí convertirme en uno.

Me escondìa entre las hojas de los árboles y el polen de las flores.

decidí ser transportada por la suavidad de las abejas.

Me dan miedo las abejas, su forma de autoprotecciòn resulta ser violenta y los seres humanos llegamos a esa tendencìa.

Decido imaginar mi cuerpo convertido en alternas cosas que no sea un cuerpo humano.

La negaciòn constante puede llegar a ser algo contraproducente.

Un drenaje de energìa vanal, un pensamiento de obstáculo que puede llegar a avanzar y cegar.

Pensar en un cuerpo es pensar en un vínculo

en un transporte

 en un hogar

Identificarnos con algo tan carnal específicamente puede llegar adistorsionar la imagen de nuestro ser.

¿Cuál es la imagen realmente?

si el alma no tiene cuerpo si el espíritu es el viento.

Para soñar se necesita un cerebro y estar susceptible a las diversas variedades de dimensiones.

En los sueños solo somos una expresiòn inconsciente de lo que creemos que nos representa /de lo que queremos que nos represente.

Las personas, objetos y paisajes que podemos apreciar en el mundo onírico solo son un conjunto de proyecciones vacías e imaginarìas, susceptibles a la vista y al tacto.

Una copia perfectamente elaborada del escáner de nuestros ojos y archivadas en un lugar de nuestro inconsciente. 

 

En el mundo real las proyecciones mentales no suelen ser equilibradas con la realidad objetiva.

La realidad objetiva se moldea 

la realidad objetiva se transforma

la realidad objetiva termina siendo una falsedad.

Queremos proyectar lo que creemos que pensamos y a veces lo que pensamos no es realmente lo que creemos.

 

Los pensamientos son dispersos, los sentidos reales y la intuición crece cada dìa màs haciéndome sentir que lo sè todo y ese todo es en realidad la nada.

 

Sentimientos, flores, nubes, muerte, virus, dolor, pasión, letras , dientes y sangre, manos, brazos, abrazos , besos, edificios, niños, niñas, personas, ancianos, sillas de ruedas, bicicletas descompuestas, barcos hundidos, cadáveres escondidos.

 

Disociación constante , alternativas para escapar de las múltiples realidades, un pasillo con muchas puertas que conducen hacia un mismo lugar, con lentes que cambian de paisajes y cascos que formatean tus pensamientos.

vómito verbal continuo  en espera de la esfera que me diga la verdad absoluta

 la verdad que nadie sabe 

y la verdad es que en realidad no hay realidad.