Freddy Kalvo

La palabra

La palabra es poderosa

con una fuerza impensable

si ella misma es razonable

y en esencia generosa.

 

La palabra perjuiciosa

nunca será deseable

con tendencia miserable,

punitiva y alevosa.

 

El poder de la palabra

te alimenta o te destruye

si es benévola o macabra.

 

Al bien o mal contribuye;

y si es al mal, mejor no abra,

la boca  donde odio fluye.