bonifacio

La muerte del poeta

A la muerte del poeta no se viene sin sus libros bajo el brazo
se detiene el espejismo de sus trazos esa letra desparpajo de su mente convertida en dulces versos.

Centenares de universos más arriba que abajo se detienen para ser bien observado antes que llegue el olvido a pedazos.

Siempre habrá quien represente a este vate,un amigo ,un transeunte, un seguidor de los asuntos de sus obras como lazos que lo atan a este cielo como ahora lo hace el polvo a destajo.

No habrá entre asistentes algarabía si una pena algo sombría.

De seguro si vendrán varios discursos para darle así al difunto el honor por su quehacer siempre inspirado y pocas veces bien correspondido.

Vaya letras que escribía a pesar de ser un hombre a contrapunto con los mares y trasunto que a el por si lo trascendían.

Que esto de la poesía es la suerte que de algunos hace puente con la muerte y con la vida.

Que haya paz de travesía y que su ejemplo sea a muchos concedido que el mejor no ha partido y sigo aquí sin yo saberlo.

Y que esta tierra que del todo no lo cubra y que así el señor descubra ese don que el tenía.

Hoy
vine a verlo con su libro bajo el brazo
como así correspondía
en su eterna despedida.