Al Duborg

Beso robado…

 

Perdona, manos arriba,

robaré tu corazón.

Confieso ser un ladrón,

que en tu belleza se estriba

y cualquier muro derriba,

y hace del amor un puente.

El amor es la corriente,

¡qué lleva en su cresta la ola…!

y apunta con su pistola,

justo al blanco de la frente. 

 

¿Me acusas de delincuente,

por más de un beso robado?

mis labios se han condenado,

a tu sabor excipiente.

La sociedad y su gente,

no entienden que la pasión

desconoce la razón,

por la que roba el amor.

La conciencia con primor,

se arrodilla al corazón.