Haz Ámbar

Quién parará la máquina fatal

Quién parará la máquina fatal del trance mío esporádico y artesanía noble en el retrato suficientemente lo más fiel según el tacto me lleve en el blanco rehén gratamente aceptando el no serlo de menos arraigado en raíles de ensueño que crecen sin ver ya qué techo delante que llegue con el trecho este andado elegante en presencia de viernes liberándote y es esa toda la magia existente siempre y cuando me tienes en parte entrampado en el acto de hacerme tu presa aún sabiendo que algo siempre se pierde en lo eterno diluído disperso para esto que realmente me aburre del centro del pecho me salga que así como lo tengo atestado de poemas sin sentido el que sigan estando me pesa si total solo hay uno que cuente lo suyo y tu naturaleza rebelde te cure de veras