Haz Ámbar

Quién parará la máquina fatal

Quién parará la máquina fatal

del trance mío esporádico y artesanía noble en el retrato

suficientemente lo más fiel

según el tacto me lleve

en el blanco rehén

gratamente aceptando el no serlo de menos

arraigado en raíles de ensueño

que crecen

sin ver ya qué techo delante que llegue

con el trecho este andado elegante

en presencia de viernes

liberándote

y es esa toda la magia existente

siempre y cuando me tienes

en parte entrampado

en el acto de hacerme tu presa

aún sabiendo que algo siempre se pierde

en lo eterno diluído disperso

para esto que realmente me aburre

del centro del pecho me salga

que así como lo tengo atestado de poemas

sin sentido el que sigan estando

me pesa

si total solo hay uno que cuente lo suyo

y tu naturaleza rebelde te cure de veras