Sunny Starr

Nunca te escribĂ­ un poema

Nunca te escribí un poema

Y yo no sé por qué.

No lo sé realmente, no lo sé. 

 

Pero recuerdo nuestro primer beso. Como fue. Tan lleno de magia. Tan lleno de ansias. Yo sé que lo recuerdas también.

Nuestra primera noche juntos. 

Tú nervioso. Yo temblando. Pero hermosa. Más que la propia luna.

 

Y ahora. 

Ahora ya no te amo.

Un adiós debo decirte. Y las gracias quiero darte. 

 

Porque fueron tantos días, con tu mensaje al despertar. Y fueron tantas noches en las que me viniste a acompañar.

 

Fueron tantos domingos. Junto a ti. Los dos cómplices, comiendo lo que en mi casa no podía yo probar. 

 

Y después muy juntos en tu cama, llegaba la oscuridad. Pero los dos estábamos radiantes. No hacía falta nada más.

 

Gracias. Fueron momentos bellos. Eso es lo único que quiero conservar de ti. Esos recuerdos y lo mucho que aprendí. 

 

Debes soltarme ahora. 

Pues mi alma inquieta ya quiere volar.  No dejes que muera de tristeza. Por favor abre la puerta. 

 

Sé que para ti no será fácil. 

Una pena te voy a causar. 

Pero mira... Ahora esta ave ya va a cantar. Muy feliz va a estar. 

 

Toma también los recuerdos en tus manos. Y sé feliz al verlos. Son cosas que juntos hicimos. Tal vez nada construimos. Pero fueron momentos de los dos. En los que reímos, en los que muy felices fuimos. 

 

Y dime adiós. 

Mirame volar. 

Quizás no llegue lejos. 

Quizás no sepa qué rumbo tomar. Tal vez me caiga. Tal vez me encuentre sola, temerosa. 

 

O quizás encuentre a alguien que en sus manos me tome y con cariño me bese. 

 

Eso no lo sé.

Nadie va a saberlo. 

Pero es algo que quiero intentar. 

 

No debes llorar. 

Mirame alejarme. Dime adiós con tu dulce voz. Esa voz que tan bien conozco. O mejor no. Ya no. No quiero oírte. No quiero verte. 

 

No por ahora. 

Pues me siento frágil también. 

Pero estoy decidida. 

 

Y dentro unos días todo el dolor habrá pasado. Será un nuevo despertar para los dos. 

 

Algo nuevo para mi.

Algo nuevo para ti. 

Lleno de oportunidades. 

Lleno de cosas nuevas. 

Solo es cosa de que tú quieras voltear también a ver el sol. Sentir sus rayos. Despertar hacia una nueva vida.