Rosita de Mendoza

Equilibrio


Desde la cornisa
apenas percibo sombras detenidas
que alguna vez construyeron laberintos sin puertas
No dejaron señales
Hace siglos abandonaron la punta del ovillo
perdidos en la propia obstinación
Vanidades
Engaños
Telarañas
Egos que taparon el cuello de la botella
No hay salidas
sólo pasillos infinitos
Enormes murallas
Cadenas que ataron los espíritus inquietos
que inmóviles temen morir
Y se someten
Y creen resistir
Y se niegan a mirar el cielo
no sea que recuerden que son eternos
y ya no tengan pretextos
para quedarse quietos.