My Dark Angel

\"LE PUSO MI NOMBRE AL MAR\"

Si ya no quedan penas que producían las condenas, tras tanto tiempo de disturbios y lamentos, escribía y tú musica escuchaba, oía... rap nuestra melodía, melancolía nos abraza con armonía en la balanza de la cortesía, no nos hemos dejado de amar y odiar cada rato, cada día... y en la noche tú dormías, yo, vivía... después moría al amanecer como vampiro de ironía, metáfora de nuestra alevosía, sin rencores ni hipocresía, nuestra paradoja más hiperbólica, almas oscuras condenadas a la locura de la nada, tortura bienhallada, sin censura, sin ralladas...

Llegó el día de las hadas, cupido vino sin espadas, con canciones enamoradas, moradas de pasiones descontroladas, unen nuestros corazones, nuestras almas, bajo el mar profundo de confusiones, nieblas densas que no dejan más que entrever entre las rejas, si el lobo asoma las orejas, y no dejas de leer, con pluma nunca escribes, son grandes letras, pero están hechas de otro calibre...

Libre ave de presa, preso de libertad que expresas, mediante voces que me embelesan, me embolsan, me emplean tiempo que no debería pensar, porque no estás en el presente, seguro que es un juego de mi mente, mala pasada, ardiente, desesperada, un San Valentín diferente, acostumbrada a lo indiferente, encontré en la nada algo relevante, quedé encantada, fue bonito como me llamabas, mar de lo que gritó, mi nombre hallabas, mar del delito, tan extenso le pusiste mi nombre en su anexo, en lo más profundo del alma, frío y revuelto, hoy trajo calma y afecto, qué gran escalada, hoy soñaré bajo la almohada sentimientos, versos diferentes a nuestros estamentos, no sonaría sin escribir el testamento que te mereces, ya sabes, son trece, trece meses en los que se aparece la dama de la esperanza, estirando su tanza forjada de hilo rojo, que se lía con nuestras andanzas, que no se rompe si lo cojo, y soñaré esos tus ojos, escucharé tu mirada, que por un momento encontré y no me sentí abandonada, ¿enamorada?, no sé, ha pasado tanto tiempo que transforma cada sentimiento, pero sigo teniendo el mismo pensamiento, sigo pensando almas gemelas, cada uno con sus gustos, sus telas...

Y alzamos velas negras, perlas en el mar que mi nombre le quisiste llamar, en mayúsculas no quiero mi alma ahogar, qué es lo invisible, indispensable, irresistible, pecado impecable de mi mente irremediable cuando dejo que el diablo me hable... 

 

Le puso mi nombre al mar, lo llamó lo que sus labios gritaron, mis ojos arena se llenaron de lágrimas de ese nombre salado, sus pupilas negras mi condena, entre mi nombre nadaron delfines y ballenas, sentí el oleaje, con su espuma y brebaje bañado por la luna, hoy he sido más feliz que ninguna...