Fernando Endara

A ELLA

Se reinventa el caudal de tu risa en cada  eclipse del silencio,

abriendo paso a las hadas y a los copos de tu cabello,

transformando el lienzo de tu piel en un traslucido tablero,

cuando tu estas el cielo se pone en escalas sonoras.

 

Tu caminar saben de las ocultas fuentes del cristalino brebaje,
entonces la inspiración despierta como aurora,

empujada cual ametralladora

aparece la sangre de tus venas para embellecer el Sol.

 

Las almas insomnes empiezan a  libar el bálsamo del sueño,

no hay confusión de los días en el desván donde todos suben,

las blondas gasas  de tus ojos ya están aquí

para apretarle  la cintura a la vida.