alicia perez hernandez

A UN AMOR....

A UN AMOR....

 

A un amor que me despertó pasiones,

a un amor que me arrullo en sus brazos

y me hizo su mujer en la alcoba de sus sueños,

y me prendió en su pecho para hacerme suya

noches enteras de amor y llenas de pasión.

A un amor que le prometí amar toda mi vida,

A un amor que supo amarme más allá de la vida,

Y más allá de la muerte… con su bella poesía.

A un amor que me robó la calma y enloquecí de amor,

Me abrazó muchas noches y mordió mis labios en cada beso,

Y nos hicimos uno en tardes de invierno y noches de verano.

A un amor que me llevó a su lecho y con su imaginación,

Y desvistió mi cuerpo y me acostó a su lado y me hizo suya,

y despertamos juntos amándonos, todas las noches de placer.

Me hizo ver el cielo en su mirada y me dibujé en sus ojos y me quedé

Y en cada entrega de amor me reflejaba en ellos en noches de pasión.

Éramos beso al pie de su ventana verde y nos extasiábamos de amor.

Éramos fuego y pasión ardiendo bajo la piel de los dos.

El fugo no se consumía, éramos como una tea humana salía el

fuego por los poros y los firmaba con sus besos ardientes.

La piel se hacía una y no se confundía en los brazos de uno del otro,

la piel morena de los dos era una, caliente y encendida a fuego lento.

fuimos amores entre lunas llenas y soles de diciembre cuando lo conocí,

nos dimos la vida en cada encuentro y me regaló una noche estrellada,

cual no he vuelto a ver desde entonces y ahora veo al cielo y veo sus ojos

en una de ellas, y las nubes son sus besos y los soles sus abrazos,

ahora me calienta el alma con sus versos y sus poesías llena de amor.

A un amor qué llevo dentro y se hizo alma dentro de mí, para amarlo

Todos los días, los meses y los años hasta volver a sentirnos en la piel de los dos.

seremos viento y  frío, aire y sustento de pan para los dos.

Allí estoy en ti, y tú en mí, los recuerdos son pernee en los dos,

Porque ese abrazo lo cambió todo, te diste a mi aquella noche de diciembre,

y me di a ti en tus ojos, ojos míos de mi querer,  veo tus ojos a diario en una foto.

A ese amor que sigo amando y lo hice mío y me hizo suya en noches de invierno.

Te darás cuenta de qué el olvido no existe, somos destino venimos de otra vida,

para encontrarnos de nuevo y de antes, para seguir amándonos delante de Dios.

Siempre tuya, siempre mío, hasta la eternidad amándonos.

 

Alicia Pérez Hernández… México

No es la pluma la que escribe, es el alma

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