Anabell López Rodríguez

Soledad...

La brisa despeinó los árboles tímidamente.

El silencio me besó la frente y se sentó a mi lado.

Susurros de voces lejanas, casi imperceptibles,

el viento me regaló.

Y el eco de tu ausencia me congelo la respiración.

La soledad inundó mi espacio y me hizo compañía.