Viví la experiencia maravillosa de llorar por alguien que me lastimo, que me hizo daño en el alma y corazón; pero con ello me llevó aprender un poco, ¡Si! Me enseño que se puede ser mucho más valiente, me enseño que del amor, también se aprende.
Viví la experiencia grandiosa del perdón, y aún con todo lo que me sucede, sigo viviendo esa espléndida experiencia, es tan sano y satisfactoria mirar a los ojos con una tenues sonrisa y decirle a esa persona, <Ya todo paso>.
Viví sin duda alguna lo que todo ser humano a de vivir estando en vida, sentir ese palpitante sentimiento llamado amor, sentir ese gran mariposeo en el estómago, sentir cuan de hermoso fue haberlo vivido y aún con todo y eso, no siendo la primera vez, poder sentirlo de nuevo aunque te hayan herido.
Viví y sigo viviendo el amor de mis padres, aunque con una cruel distancia ellos me abrazan en sentimientos, me cuidan como si me estuviesen viendo, me aman como nunca más en la vida y aún después de la muerte no le dejaran de hacer, porque su amor será aún más grande.
Viví y vivo hoy en día, la hermosamente experiencia de convertirme en padre, eso si me acobardo, pero al final de todo me enamoró cuando en mis brazos pude cargarle. Hoy vivo de esa experiencia que me enamora siempre y cada día, hoy puedo decir que perdí el miedo, con un pequeño Ángel que me regala aún más vida.
Viví tantas experiencia de las cuales no he de quejarme, pase por tantas pruebas y sigo en ellas, algunas reprobando; viví equivocándome tantas veces. ¿Pero quien no lo hace? Si para ser feliz hay que equivocarse. Tantas son las experiencias faltantes, hasta que la vida me sorprenda y acabe.
Henry Ruiz
10 DE FEBRERO 2021
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