Freddy Kalvo

La Gladiola

 

Me encanta ese color de la Gladiola

que es como atardecer enrojecido

y llegando el ocaso, la enarbola

con su magia y destello enardecido,

como sangre pintada con crayola

en un bello paisaje florecido,

donde cantan alegres ruiseñores,

donde cantan alegres los amores.

 

Me encanta ese color de la Gladiola

que brilla como un sol embravecido

que alumbra diminuta caracola

perdiéndose en un mar adormecido

que en calma pernoctando una fuerte ola

oculta de gaviotas su graznido

que vuelan al llegar bellos albores

radiantes con su luz y sus colores.

 

Me encanta la Gladiola con su aroma

penetrando agradable en el olfato

viajando con el viento cual paloma

que deja en la memoria su retrato

al verla planeando por la loma

haciendo con el viento garabato

danzando como el pájaro que sube

jugando con aquella blanca nube.

 

Y la Gladiola quiero seguir viendo

con todos sus destellos y colores

cuando vaya otra vez amaneciendo

en los jardines llenos con sus flores

anunciando que vamos resistiendo

y venciendo también nuestros dolores

descargando las cargas que cargamos

y luchando por sueños que soñamos.