Lissi

Tres Hermanitos (2a. parte)

Tres Hermanitos (2ª. Parte)

…Los viajes  a la casa del otro lado del río

continuaron un par de años,

luego el abuelo a sus 93 partió al infinito…

 

La casa y el sitio no fueron abandonados, el tío Yemo continuó la tradición de la producción de la leche y el queso cada invierno cuando las pastorías eran buenas en ese lado del río, durante largos años.

Pasó el tiempo, los tres hermanitos dejaron la escuela y a la capital se fueron, estudios superiores marcarían su posterior desempeño.

De regreso al pueblo, algún fin de semana gustábamos bajar de la camioneta (autobús), en un desolado camino de tierra que conducía a la aldea donde aún se encontraba la vieja casa, la veíamos de reojo…tantos recuerdos, juegos y…el amor del abuelo.

 

Corríamos entre los matorrales, ya no nos parecían tan altos pero sus espinas aún nos atemorizaban y llegábamos hasta el río saludando a los jornaleros que trabajaban para mi padre labrando la tierra o cosechando la fruta que allí mismo saboreábamos.

 

El río fue perdiendo agua, la canoa desapareció…las tierras quedaron, hoy usamos la carretera para transportarnos hasta llegar a casa.  Parte del sitio donde estaba la casa de adobe y techo de teja en otro dueño quedó.  Pero, un remanente del lugar de mis recuerdos aún queda y será pronto declarado “área protegida”, como testimonio de un ecosistema amenazado por desaparecer.

 

En las miradas

Recuerdos de infancia

hay complicidad.