Al Duborg

En busca de un saludo...

¿Dónde se encuentra metido?

aquel caballero amable,

que flexible como sable,

educaba nuestro nido.

Siempre volaba prendido

a las alas del valor,

no distinguía color.

Llegando al hilo el encaje,

lucía un hermoso traje

de circunspecto doctor.

 

Más por los gestos de un mudo,

que a su manera saluda,

busca en el “ñato” la ayuda

cuando riega su estornudo.

Nadie responde el saludo, 

al caballero cortés,

cuando le miran los pies

no le miran la cabeza.

Es sorda la gentileza

en este mundo al revés.

 

¿Dónde está el hombre educado?

al despertar nuestros días,

hoy las mañanas son frías

y el arrebol congelado.

Engreído exagerado,

se cree más importante

y en la noche, el muy pedante

quiere llamar la atención.

Firmeza en la educación

y sigamos adelante.

 

El saludo forma parte

de nuestra gracia genuina,

con elegancia domina

mientras se esgrima con arte.

Llegando a ser un baluarte

del amable caballero,

cuando se quita el sombrero

para hacernos reverencia.

El respeto por herencia

saluda desde el postrero.