Freddy Kalvo

La incultura

Con las manos tan vacías

la encontraron sin un libro;

viendo el reloj, yo calibro,

que está llena de apatías.

Y van pasando los días...

¿Qué pasa, si todo ignoras,

dejando escapar las horas

sin tener justa conciencia?

Sufriendo irás penitencia,

como las almas deudoras.

 

Llorarás siempre tus penas

las que cargas en el alma

y el viento como a la palma

arrastrará tus cadenas.

Y tú misma te condenas

arrastrándote en el suelo

nunca más tendrás consuelo

por ingrata y cruel desidia

que aumentará la perfidia

bajo el ancho azul del cielo.

 

Es el cielo que te cubre

en tus noches tan sombrías

con estultas lejanías

que tu craso error encubre.

¿Quién ahora lo descubre

para sacarte del charco,

del fango que hunde tu barco

en el mar embravecido,

donde todo está perdido

con el pensamiento parco?

 

Te destrozan y te engañan

como a doncella inocente

el malvado es inclemente

con tu existencia se ensañan.

Fácilmente te enmarañan

los buitres de pacotilla

marcando con estampilla

los pasos que tú vas dando

y otros van aprovechando

para salvar su barquilla.

 

¿Quién será manipulada

en las calles y los mares,

quién le causará pesares

en el alma atribulada?

Venga luz de la alborada

a vencer toda negrura,

salva pronto esta criatura

e ilumina su destino,

¡Quita el cebo del camino

que alimenta la incultura!