¡SI AL MENOS UN ALMA!
Poetisa solitaria
que navegas por el mar
de la orfandad.
Llevas rotos los vestidos,
grises,
como símbolo de tu soledad.
Tu espíritu no halla consuelo.
Desperdigaste tus versos nobles
en el tiempo.
Y nunca hallaron cobijo.
Poetisa, ¡cuánto llanto
has vertido!
Ya se acerca el final.
Aquel que tú amaste
no conoce tu versar.
¿De qué sirvió tanta letra
que quedó en la oscuridad?
Él se ha marchado
y tu poesía fatigada
intentó perseguirlo
en su última jornada.
Pero no logró penetrar
la cortina de su silencio.
No alcanzó su final morada.
Ahora escribes poemas olvidados
que han quedado ocultos
en la sin razón.
Ya no hay motivos
para extender tu canto.
¡Oh visionaria que caminas
con tu lámpara apagada!
¡Si al menos un alma recogiera
lo que has sembrado!
sentirías que no fue en vano
el peso fatal de tu tristeza
que llevas arrastrando.
INGRID ZETTERBERG
De mi poemario
\"Tu alma y la mía\"
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