Daniela Armendáriz

Vigilante

Abrázame el alma hasta que las palabras de Enoc se levanten de su sueño;
abrázame con el amor más tierno
que cuando toquemos, Aia no dará regreso.

Mírame desde el infierno
mírame con anhelo
mientras aún no caes al abismo.

Tócame como si fuera invierno
tócame con la mano de Eros
porque oh bienamado, es lo último que haremos.