ecastro

A los Navegantes del Decubrimiento.

A tí navegante incansable

que descifras el lenguaje de las olas

divisas fantásticos lugares

y sueñas ...

con exóticos parajes,

hermosas lugareñas y preciosos metales.

A ti, que aún  con sed

interpretas las entrañas de los mares.

En las tormentas imploras a Dios,

al Dios tuyo y nuestro, al Dios de nuestros padres.

 En la calma, te entregas al elixir del vino 

y al canto de los juglares.

Para Colón, Elcano y Magallanes

para Vasco de Gama y otros tantos

que no brillaron con  sus nombres,

 los que ofrendaron sus vidas

en naos y galeones.

Para aquellos a quienes la plaga

del escorbuto les mordió las carnes.

A los que la tisis, y la sífilis,

no les robó las ganas.

A todos los que  convivieron

con el hambre y con las ratas.

Para Uds. ¡Un abrazo emocionado!

Ningún peligro real o imaginario, 

ningún obstáculo monetario

les pudo domesticar el coraje,

mucho menos  bajarlos de los barcos

Para estos lejendarios  personajes,

para ellos  ¡Este es mi canto!

Después de tantos siglos,

ahora sin ríos,  y sin mares

¡Navegamos!

En los océanos de Google, Yahoo y muchos otros.

Allí algunos de nosotros nos ahogamos

en ese mar confuso de palabras.

Allí navegamos con hambre y sed

de descubrir nuevos mundos

y es allí donde a pesar de las leguas

de los años.

Allí... Uds. y nosotros 

 nos encontramos.