Ron Alphonso

Amanecer veinticinco

Amanecer veinticinco

Y nos iremos a casa,
con grandes dudas,
pero a casa.
Cambiaremos los alcoholes,
las inyecciones, los catéteres,
por abrazos, besos, te amos...
y quien quita que hasta...
me vuelvas a mirar...
así sea con los ojos del alma,
ya que tus esmeraldas se han opacado.

Dios sabrá que nos depara la vida.
Penetraré en tu mundo de sombras,
inventaré una nueva forma de amar,
regurgitaremos los prejuicios,
nos entregaremos con amor endovenoso,
besos subcutaneos
y una que otra caricia intramuscular.

Si sientes dolor...
seré tu analgésico,
si el desespero te invade...
yo, tu mejor ansiolítico seré.

Lo que la ciencia nos negó,
con nuestro amor lo obtendremos,
el tiempo... solo lo sabe Dios.
El modo... lo inventamos tu y yo.
Nuestro pacto, sigue vigente.
Ni la envidiosa muerte nos separará.

Ven, mi bella durmiente,
hace frio esta mañana
y necesito tu calor,
no muevas nada,
no parpadees ahora,
solo déjame abrazarte...
y soñemos...

Ron Alphonso
19 de enero 2021