Alfredo Saez

-Nací en el bélico 43-

En las dunas del Chuy, vimos sorpresiva la circunferencia de arenífera oquedad en medio del sol del mediodía que, brasa de algarrobo, quemaba su energía perpendicular sobre las epidermis de humanos y de las botánicas hojas.También promovía sus efectos brillantinos hacia los vientos frescos del mar Atlántico por desniveles de presiones tèrmicas en una armonía termométrica placentera.Me metí como punto de transferencia circular sintiendo el  cósmico paisaje pleno de grandezas, aguas, cielos y olas.
Yo ¡allí! pequeño.Insignificante.Pero creyente en los megalitos del culto solar de Stonehelge en la Bretaña, en Apolo helénico,Osiris egipcio descuartizado , y en el Sol de mi bandera nacional que es una copia del Inti de los antiguos incas peruanos, trasladada al Uruguay de mi nacencia por los sincretismos de antiguas encomiendas telúricas que la mayoria de los uruguayos ignoramos.¡Viva el Sol vital!

Nací en el 43, iracundo y bélico

En un pacifico Uruguay austral

Zodíaco del cangrejo acuático

Juliano mes de un frío polar.

 

  Europa y Asia matan a todo albur:

En las arenas de Iwo Jima

O en la rada de Pearl Harbur…

Que en Mercedes, nadie se lastima.

 

  Mi culto, aún nativo del agua,

Fue pues solo amor solar,

Mis amigos a la piragua

Para mí de Helios el cantar.  

 

Soy de Stonehenge y de Osiris

Con el sol de mi bandera

Razón del Inti desde su iris,

Religión cósmica a mi manera.