Almohade

CUANDO NO ACEPTES TU VEJEZ

 

Tu recuerdo seguía presente mientras consumia

el último cafè de la tarde

con el ocaso de despedida

en mis ojos tristes.

Se aceleraba el dolor de tu ausencia

con un reflejo en mis vídrios casi rotos y bañados

como la escarcha

 

Mis manos asidas a las asas del infortunio de

mis peores males, se calentaban 

jugando con la taza,sin apenas conciencia ni

ganas

y el aroma del cafè  se escapaba a la misma

velocidad y ritmo que mis manos, entre las nubes

y la polvareda

levantada por los pies de los transeuntes ajenos

de mis miradas perversas

que como elefantes en manadas salvajes

huian de  los disparos furtivos que disparaba con

el dolor de mis ojos 

Sin mas esperanza que la propia supervivencia

destino cruel embargado

Hipoteca de consumo privado con pulso cabal

de un héroe sin monumentos en la portada del 

Vogue y los bosillos vacios.