Una tarde con suave brisa me fui
a caminar a la playa, estaba un poco
apenado por perdida de un familiar
de covid, de pronto vi en faena amigo
recogiendo redes y con mucha pesca
que mi pobre alma entro en alegría;
que bonito fue porque hasta ayude
a recoger las redes, ellos como
me bendicieron que llegue a casa
y disfrute del buen marisco y mi agradecimiento al creador y a ellos
por tener el pan en la mesa; bendito
sea el creador porque hasta
mi nostalgia se fue de mi, porque
comprendí que la vida es parte
de este mundo y no somos
inmortales solo tenemos que
esperar que también nos toca irnos.