judith esperanza

EL ARBOL

QUEDEME DORMIDA BAJO LA SOMBRA DE UN ÁRBOL.

SENTÍ QUE MI CUERPO A EL SE ADHERÍA.

SE ALARGABAN MIS PIERNAS

ENREDANDOSE EN LAS RETORCIDAS RAICES.

 

LLEGUE AL CENTRO DE LA TIERRA,

DE SU ENERGÍA ABSORBÍA.

QUEDARON ALLÍ SUMERGIDAS

MOLÉCULAS Y SAVIA FUNDIDAS.

BRAZOS Y RAMAS UNIDOS

EN UN MISMO AFÁN, BUSCANDO EL CIELO.

DESPRENDERSE QUERÍAN DE TAL FUERTE ATADURA,

NEGABASE EL ÁRBOL SOLTAR TAL AMARRA.

 

AL ESCUCHAR EL VIENTO, MI GEMIDO,

COMPADECIDO,ARRANCÓ UNA HOJA

DONDE PRENDIDA IBA MI ALMA,

HASTA EL FIRMAMENTO LLEGÓ,

Y EN UNA ESTRELLA A LOS PIES DEL SALVADOR QUEDÓ.