Jolomate

ERA UN ANGEL

ERA UN ANGEL

 

La conocí en un tren

que iba casi vacío,

era un día de otoño,

un día  gris y frío.

 

Me senté a su lado

y vimos pasar juntos

las alamedas, los puentes,

y los cauces de los ríos.

 

Era rubia como el sol,

de cara rosada,

sus ojos verdosos,

de manos delicadas,

de mirada dulce,

su vestido del color del oro.

 

Al pasar el tren,

el viento se llevaba

las hojas secas

que dejan a los árboles

sin sueños en las acequias.

 

Me preguntó

que adónde iba,

le contesté

que a escribir poesías,

porque yo soy un poeta de sueños

y escribo una poesía cada día.

 

Y como era muy curiosa

me preguntó

¿qué clase de poesías

escribes cada día?

 

Y le respondí:

casi siempre

poemas de amor,

pero también de desamor,

poesías a la vida

y también a un ruiseñor

que canta por las mañanas

cerca de mi ventana

a la salida del sol.

 

Al cabo de un rato

aquella mujer se marchó,

y me pidió que le enviara una poesía

a una dirección que escribió en un papel,

recuerdo que ya era al atardecer.

 

Al leer el papel, había escrito:

vivo en el cielo

allí nos volveremos a ver.

 

Y entonces comprendí

que aquella persona era un ángel

disfrazado de mujer,

y que posiblemente

a mi me vino a ver

para dejarme un mensaje,

que todavía al día de hoy

lo tengo sin resolver…

 

JOSE LOPEZ MATEOS