Ben-.

No rueda la osadía del miedo-.

descalza

une sus manos

en la conjunción irracional,

como cúmulos de desidia

en los que habitara

torpemente

la hombría gastada,

el cansancio del macho.

oh hembra derruida,

con qué palabra describirte si

en ti,

fluyen como despojos

los últimos azules del día.

diseminando nuevas noches

como en frágiles cántaros

donde la lluvia se acelera

nieva pulcramente,

en este espacio arrollado

por la muerte.

pacíficamente

muriendo, somos tantos,

caemos y volvemos a levantarnos,

así, hasta la saciedad, y esos mosquitos

definitivamente

se nos parecen tanto.

parásitos

invasores de la castidad,

donde reina la podredumbre

y el asco,

no rueda la osadía del miedo.