Joel Torres

ADMIRACIÓN

Tu alma resplandece por sobre el desierto

Minado de un corazón llegando al ocaso.

Tus pies caminan libres y sin pudor al abismo

Incontrolable de los tabues que vuelves legales.

Tus manos recolectan las manzanas 

Que se quedaron en el canasto de tus sueños pausados.

Son los mismos dias que parecian enemigos

Los que te brindan la sapiencia en los lapsus.

Tus senos se erigen con inteligencia

Aunque parezcan para ellos, desechables.

Tu vientre que para el mundo es imperfecto

Evidencia el sufrimiento, la lucha y la nobleza descarada.

No son estrías las que encausan tus piernas,

Son infinitos riachuelos sobre un campo que reverdece.

Tus brazos trabajaron los amasijos de tristeza

Y hoy tus manos enseñan a incertar la carnada.

El frondoso árbol ya no se impacienta

Y luce pavoneado la evidencia del nevado.

Tertulias son tus ojos y acuosa tu mirada

Que hace temblar  mis piernas que se creen osadas.

Ya no temes, ya no ansias, porque una mañana la disfrutas

En su lado más oscuro, con un cafe y su sensualidad más novata.

Yo sé que la cena está servida y huele a pasto lloviznado.

Pero es mejor la memoria de los perfumes,

Aunque la métrica no haya sido consumada.

 

© El Yarawix