Alfredo Saez

-Breve acuarela montevideana-

Cielos del río de la Plata oriental
Acuosos cascabeles encendidos
De mansas nubes blanquecinas
Y meteoros de repentinos anuncios
Desde la furia de las nimbus estratus.

Playas arenosas del bravío estío

De epidérmicas, pitucas alegres solanas

Movilizantes dunas migrantes

Al rigor caprichoso de Eolo

Zumbante  dios de vientos paganos.

Montevideo halla refugio secular

En el amplio correntino arco bahiano

Mientras el seno de un cerro adolescente

Vigila cercano,  urbano y desarmado

Sin sus antiguos cañones coloniales.

Barcos  de cien banderas en la rada

aguardan sus cansinos turnos  marinos

Y a las amigables mega grúas  baratas

Que en la otra orilla barrosa del Riachuelo  

En el conflictivo estuario compartido

Recíproca la Gran Buenos Aires recela.

Corazón adentro de la costa portuaria

Vive su injusta macrocefalia Montevideo

Hogar de la primera mitad citadina  

Del manso y avejentado Uruguay

Exhibiendo ecléctica  arquitectura

Y más aún tan bellas sus mujeres

Paridoras de magníficos áureos jugadores 

Titulares de cuatro Copas Mundiales:

1924…1928….1930  y  en 1950

Eterno Maracaná!