Daniel Memmo

Presidio

Estoy envejeciendo,

en la rutina asqueada de ser disfrazada,

el invento insoportable de creer ser feliz,

mostrando los dientes con  una sonrisa digital,

desesperados en  trucos para cubrir las arrugas de la piel,

ya soy más viejo que mi documento,

los relojes se han convertido en carceleros,

no marcan el tiempo,

muestran muchas llaves,

de otros reclusos,

se jactan de que nadie quiere escapar de sus celdas,

cobayos alegres en su ruedita,

muestran sus montañas de basura que se amontonan en un rincón,

adornan por doquier fotos de ellos mismos en las paredes,

esparcen perfumes exclusivos en sus pocilgas doradas,

para que  no llegue tan fuerte el hedor,

de sus propias raíces,

orgullosos presos aspiran a tener una celda mas glamurosa,

estoy envejeciendo en mi cubículo..,

la resignación es como el café en el desvelo,

nadie se quiere amotinar!,

todos nos quejamos sin molestar tanto,

en voz baja casi un murmullo,

un acto cobarde, escondidos como topos,

digitan sus dedos..,

reclaman por mejoras,

señalan verdades y soluciones con seudónimos,

con una rabia..,

de esa espuma que deja el vaso de leche alrededor de la boca,

suspiran y se jactan por espacios libres de progreso,

paisajes en bruto,

mientras silbamos  rebeldía  de suave melodías,

otros se revelaran..,

los terneros lo harán antes,

afilaran pequeños metales y apuñalaran a su matarife,

incendiaran todos los mataderos,

cubrirán con bosta las oficinas de los gerentes,

los peces simularan estar muertos,

y en un descuido utilizaran las redes , los anzuelos, los arpones…,

hundirán todos los barcos pesqueros,

los pájaros aprenderán a soltar las piedras en su vuelo,

como pequeñas bombas atacaran los pueblos de sus verdugos,

liberando a sus hermanos enjaulados,

estoy envejeciendo,

ahogándome con mi saliva en cada noche cuando duermo,

o me emborracho,

sonriendo en mi celda,

la puerta está abierta,

se asoma como un umbral..,

la luz de lo nuevo,

lo desconocido..,

y ya me da miedo esa libertad

 

     Daniel Memmo