Haz Ámbar

Un día te levantas

   Un día te levantas 

y ya no sabes qué hacer 

para soportar tanto letargo 

como dentro crece...

  Un día te levantas.

Una y otra vez

ves entonces

que lo mismo se repite;

y te sientes como un fardo

para todo aquel que algún día te quiso,

   y andas agobiado

que vas y vienes

de tu sitio

pensando si el suicidio

sería cosa eficaz para curártelo,

que tanto es ya muchísimo.

Te sientes como un chisme

al que nadie encuentra el uso...

   Un día te levantas 

de la cama

a otro sitio

y no reconoces a ese tipo

que en el espejo se te muestra;

y te pellizcas

y no despiertas

y solo piensas en salir del medio.