Dayanara Mondragon

Palabras

Todo y nada se dicen fácil, sólo son…

 

Palabras

 

Esta puede ser cualquier noche,

sin embargo, contiene palabras.

 

Y es curioso pensar, sin tener motivos, sólo historia;

y sin ser una erudita en materia, sé que soy un ser humano,

existen miles como yo, que quizá piensen lo mismo,

que se aferran a la vida y desean un mundo mejor.

 

¿Pero cuántos? Hoy tuve sed,

pero no de agua, sino de que mis ojos se humedecieran,

para poder llorar y beber, cada una de mis lágrimas

y endurecer mi corazón.

 

¡Pero, no pude! Ni siquiera la tinta lo desea,

¡Se niega! Pero hay razones, tiempo no existe,

mi esencia de ser se extingue,

y no vale frente a todo el mundo.

 

Algunos nacieron para reyes, otros para esclavos.

¿Y así es como dicen que hay libertad?

Pregunto ¿Cuál? Y no hay respuesta.

 

Todos somos esclavos de nuestros propios miedos.

 

Hoy supe el significado de “Hombre” y me horroricé

es hambre, envidia, calamidad, vanidad, sangre, tristeza, tragedia.

 

Todo lo que soy y represento.

 

¿Cómo se inició el mundo? ¡No sé!

Pero si puedo pensar cómo va a acabar y me da miedo.

 

Quizá la necesidad de creer en algo superior,

nos ha empequeñecido, nos ha hecho falta creer en nosotros mismos,

somos partidos religiosos-supersticiosos de un frente común,

en esto, somos todos iguales tengamos el credo que sea,

fanáticos de la violencia.

 

Descubrí que no hay héroes ¡Qué ingenua me vi!

Perder el nombre no me importa, recuperar mi esencia sí;

algunos son escépticos y creen que la vida,

acaba donde la muerte empieza y no piensan,

que aún que así fuese ¡No valdría la pena vivirla mejor!

¡Sin miedos!

 

Estoy llena de deseos,

pero vacía de esperanza,

no soy más que un pedazo de humano,

en este mundo vacío.

 

No tengo nombre ante ustedes ni siquiera estoy aquí,

sin embargo, la propuesta sí; sólo eso quiero que recuerden,

las palabras,

que al fin y al cabo yo como ustedes,

este cuerpo dejaré, simplemente, ha de morir.