Juany Valerio

Enero 05

Brota desde el pecho 

el vaivén de tus adentros

y reclaman tus palabras

lo que en tu conciencia yace, 

donde tus ojos brillan 

y tu esperanza renace. 

 

Pecan tus pensamientos

y recalcan con el alba,

que desde tu ronco pecho 

han perdido la calma, 

con azares del destino 

y puñales en el alma.

 

Como aquella profecía, 

como la pieza faltante,

como la gota del vaso,

que se derramó al instante, 

quebrantable la confianza 

y a la vez susurrante.