Fernando Endara

TU LLEGADA

 

Llegaste tú… cambiando la frecuencia de mis sentidos,

sembrando el otoño más exuberante,

con el viento haciendo gala de tu presencia,

alumbrado por fin mis largas noches.

 

Todos los atajos te hacían reverencia,

estás aquí rasgando las neblinas del invierno,

con tu ropaje cubierto de verdor eterno,

con tu mirada que ennoblece toda existencia.

 

Al sentirme solo y abatido busque tu pecho,

aquel refugio que despierta el polen de mi vida,

el manantial que teje mi cuerpo de luz,

el puñado cristalino que acorta distancias.

 

A tu llegada volvieron las letras,

los ritmos circadianos de lo palpitante.

sin mediar palabra todo cobra ritmo,

con tu suave aliento, te siento posada en mi corazón