EHUR OHR

Soledad...

Un ausente y lejano sentimiento,

un sentir que me invade y se desborda…

hoy asecha mi existencia,

bajo un cielo turbulento…

que me arrima al exilio de mí mismo.

Miro lejos revolar a las aves desbandadas…

en un ocaso inconsolable…

que me enfría con la duda de esta pena.

Me refugio en el silencio…

y hago cuenta que no daña,

que no mata,

que me encuentra…

y me resigno a su distancia.

Busco sombras que me abriguen…

y me atrapen en sus tonos macilentos…

y me dejen pernoctar entre suspiros.

Pero todo ha sido en vano,

tú no estás…no te veo,

donde andabas cuando el tiempo sonreía…

no te vi… cuando yo más de ti necesitaba,

que pasó con tu mirada…la que siempre me buscaba.

Fue muy cruel tu alejamiento,

prometiste regresar…y no has cumplido.

Ya no sé si seguir aquí esperando...

es que acaso… has decidido no volver?,

si es así…yo me iré con mis lamentos

a perderme en mis adentros…

y encerrarme en mi vacío…

con la amarga realidad de mis heridas,

en el insomnio más profundo...

donde habita tu fantasma.

Ese ser de brillante insensatez…

con aroma de mujer incontenible…

me está matando lentamente.

No he tenido el coraje de olvidarte…

he sido débil…

siempre fiel a tu imagen embustera…

prisionero encadenado a tu apariencia.

Mi futuro se sombreó de impredecible

con un color que no se prende…

que trastorna con su engaño,

una forma indefinida que me envuelve con su hechizo,

un espectro que jamás compromete su silueta en ningún lado.

Y así vivo…

intentado atraparte en el concepto siempre esquivo,

en la llama de esta hoguera que no quema,

en la lluvia tormentosa de mi llanto,

y en tu única verdad…la más tangible…

la terrible consecuencia de tu huida…

cuando siento tu presencia a lado mío,

cuando aún me seducen tus contornos,

cuando escucho una canción desoladora…

y me llena de un sabor inexistente…

como dulce…casi amargo,

y ese olor que me cautiva los sentidos,

un deseo que me excita sin tocarme,

ese aroma que enloquece los recuerdos,

unas ganas de morirme en tus encantos…

abrazado por la sombra azul de sus talentos,

enredado entre tus formas tentadoras.

Ya no quiero despertar si tú no vienes…

se apagaron los intentos.

Tu jamás me amaras…

aunque vivas en mis locos desvaríos…

aferrada a mis tontos sentimientos.

Soledad…

adherida a mis antojos…

te prometo serte fiel eternamente.