Ron Alphonso

Amanecer seis

Amanecer seis

Mi bella durmiente,
aquí de pie como siempre,
enjaezando mi corcel para ir a ti,
Ayer te note agitada y sentí tu angustia,
no te apures mi amor,
toda va a estar muy bien.

Que amargo este café,
que triste trinan los chicos hoy,
se despide el año,
para mi será un dia más,
clamo fuerza a mi Dios,
no me abandones ahora,
he sido un buen guerrero y quiero seguir,
como escudo tengo el pecho,
ese, que un día convertí en coraza,
cuando a pesar de lo maltrecho,
me dejaste vivir,
porque mi hora no llegaba aún.

No me quites tu amparo, mi Señor.
Fortalece mi cabalgadura
y que pueda como el viento,
llegar al lecho de mi amada;
si tu voluntad es que mi amor la levante de allí,
tendrás mi vida, si asi lo quieres tu,
pero mitiga el dolor de esta prueba, mi señor.

Mi amada durmiente, ten calma, por favor,
no hay prisa, descansa, reposa,
yo velaré tu sueño,
calmaré tus ancias,
besaré tu frente
y esperaré a tu vera una eternidad.
Volverás a casa, a la grupa, abrazada a mi,
como tantas veces, mi hiedra,
te aferrabas buscando protección.

En la comarca te extrañan,
se acostumbraron a tu: buenos dias vecino,
a mi sonrisa que ya no está,
a la admiración de vernos siempre de la mano
sin definir quien sostenía a quien.
Me hacen falta tus mimos,
desempolvé mi viejo bastón,
pero el no me sostiene como lo hacías tu.

Dame fuerzas, mi Señor, no es hora de amnistias,
es hora de luchar,
luchar y la victoria obtener
Me quieres hincado ?
De rodillas ante ti estoy.
Devuélvemela a ella
y en tu nombre, mi lucha seguirá.

Ron Alphonso
31 de diciembre 2020