Limoneyes

DICIEMBRE

DICIEMBRE

 

Un nuevo sufrimiento te retorna una vez más a la vieja morada.

Alejandra Pizarnik

 

¿Sabes por qué no me gusta diciembre? porque antes casi siempre, por no decir siempre, ocurría algo, alguna pelea, discusión, disputa o alguien estaba peleado con otro alguien y no se hablaban, enemigos, siempre aparecían enemigos, solo había que mirar al espejo... Por eso no me gusta, me parece muy falsa.

Mi abuela murió hace un 1 año, pero aún me duele mucho, ella cumple el 24 de diciembre y ese día duele más.

Mi abuelo murió el sábado, lo enterramos el domingo, él estaba enfermo pero lo que lo mató no fue eso, fue el dolor que le dejo la partida de mi abuela y la soledad que debió sentir en aquella solitaria cama, no estaban juntos, pero creo que aún así el siempre la amó.   

Y aquí estoy haciéndome la fuerte, cuando lo único que quiero es que se abra la tierra y me trague.

Siento como todo se desmorona, todo se quiebra, todo se rompe, todo se va.

Como el viento que se levanta y se va.

Y no estaba lista, y sigo sin estarlo y creo que nunca lo estaré, no hay nada que me haga estarlo, tengo miedo.

Temo por mi madre, por mis padres, mis hermanas, tíos, amigos… Por todos los que tienen un pedazo de mí, por todos los que se han incrustado en mi corazón de tal manera que ni yo logro comprender el porqué me duelen tanto si aún están aquí conmigo.

Y sé que lo que dirán, ya puedo verlos decir “Son cosas que pasan” “Hay que seguir” “No puedes dejarte vencer por eso” y si, lo sé, no me puedo dejar vencer, sé cómo me ven, las expectativas que tienen de mí, de mi capacidad de hacer muchas cosas y por eso lucho todos los días por sonreír, por levantarme, ya que quiero brillar, aunque sea un poco, al menos por ellos y por todos, quisiera ver también todo eso que creen que soy,  por eso no quiero seguir cayendo, ya que si la tristeza me consume nunca podré salir del hoyo y quiero salir, quiero vivir.

Y digo todo esto para que entiendan que, aunque me duela, aunque me arda, lo estoy intentando, lo digo para que sepan que estar triste en realidad no está mal, llorar no está mal, gritar, romperse no esta mal siempre y cuando nos volvamos a reconstruir y es lo que hago día a día, eso es lo que hago siempre, aunque a veces me tropiece y no quiera seguir, sigo intentando, sigo viviendo, sigo buscándome, sigo creyendo.

 

Limoneyes| 30 diciembre de 2020