ARTIN ZÁLEZ

2020

 

Un día volveré.

Pero, mientras la ciudad

sea un antro de violencia y perdición,

con un halo de contaminación y egoísmo

que ensombrece sus calles;

mientras el aliento humano,

que antes avivaba la llama del amor,

sea la sombra invisible

de la maldición en el viento.

Yo me refugiaré en el campo

y me perderé

en el verde fulgor de la esperanza

de ese día que quiero creer que llegará.