Wavesdarkness

Cuando sea otra vez primavera II

El sol de diciembre atraviesa

como si fueran balas.
Como si ya no pudiera acariciarnos.

 

Suena un violín en alguna calle sin nombre,
que huele a nada y despedida
porque ya no queda nadie.

 

Ni un abismo que mire a otro abismo
ni una sola cosa en la que reflejarte
-ni siquiera aquella mirada-
porque ya nadie volverá a mirarte así,

 

infinito, cálido, sonriendo.

 

De las hojas muertas del otoño
ya no volverán a crecer flores,

 

y ya no habrá quien recuerde
-ya no habrá quien nos recuerde-
su extraña belleza inerte
cuando sea otra vez primavera.