EHUR OHR

Cruel condena...

Tu existencia prefirió escapar por un atajo,

y alejarse de este evento inoportuno.

Emigró tu despecho confundido,

esquivando a esta lluvia pertinaz,

agorera de un fracaso inevitable.

Desganada y vagabunda…

te apagaste lentamente,

revelando en la memoria un sollozo de amargura.

Me sentí atormentado…

por la oscura consecuencia de esta angustia.

Y a pesar que mi suspiro explotó con impotencia…

te marchaste abstraída de aflicción.

No hubo trampa en esta historia.

no hubo engaño,

y pasó lo que pasó…

por error involuntario de la vida.

Vi empañarse ante mis ojos tu mirada taciturna,

y me envolvieron nubarrones de tristeza.

Vi pasar a mi dolor acompañado por un soplo de esperanza,

e intente no seducir a mi nostalgia…

pretendiendo posponer tu alejamiento…

y no se pudo.

Entendí que tu luz brillante y fresca…

se hizo sombra indiferente y fría…

y prefirió marcharse con la parte de su pena.

Tu hermosura se mandó a archivar en los recuerdos.

Así murió nuestro episodio…

sumergido en el desdén…

sin ninguna perspectiva.

Y aquí estoy conmovido por tu huida,

intentando despertar de tu abandono,

esperando que se acabe mi lamento…

esperando inútilmente algún día

reencontrarnos moribundos

en la parte posterior de la antesala a lo inmortal…

en lo sublime.

El destino despiadado nos llevó hasta tan lejos

solamente a disfrutar de este silencio,

a vegetar de la indestructible soledad …

esperando una fisura en esta torpe realidad que nos condena.