Os dejo este poema al Cristo de Zalamea de la Serena; mi pueblo.
La imagen me la ha cedido mi amiga del alma, Mary Caballero. Muchas gracias Mary. Miles de besos.
AL CRISTO DE ZALAMEA
Jamas nada te pedí
mi Cristo, tú bien lo sabes,
aún luchando con la muerte,
nunca quise molestarte.
Mas hoy te pido Señor,
-porque el dolor es muy grande-
que nos ayudes a todos
y que tu amor nos ampare.
Señor, yo aprendí a quererte
porque me enseñó mi madre,
vi como se emocionaba
solamente con nombrarte
y vi lágrimas furtivas
en los ojos de mi padre.
Hoy... que tan triste me siento
y acudes a consolarme,
trayendo hasta mis recuerdos
la sonrisas de otros aires,
aires de infancia querida
y del amor de mis padres.
¡Señor, yo sé que tú puedes!
¡Haz que la pandemia pase!,
y que se lleve con ella
todo lo que en ella cabe:
la maldad y la injusticia,
el dolor y los pesares
que atenazan corazones
y secuestran voluntades.
Ayuda a los que perdieron
a la sangre de su sangre,
a los amigos queridos
sin que pudieran besarles
en el momento crucial
de emprender su último viaje.
Los que se fueron y se irán
llevando como equipaje,
la soledad más profunda
que pudiera imaginarse,
sé que los vas a arropar
con tu amor; que es el más grande.
Siembra el mundo de esperanza,
Señor, que falta nos hace.