Anabell López Rodríguez

Despedida.

No nos queda tiempo para más, nuestro amor se acomodó en el pasado, nuestros besos desaparecieron en el aire. 

Nuestras charlas se volvieron silencios, nuestras risas, hoy, son hiel amarga que ligo con alcohol a ver si me ahogo de tristeza, a ver si muero de una puta vez.

Nuestras manos ya no se reconocen, nuestros brazos ya no sienten calor, el dolor me quema la piel y me quiebra el alma.

Ya no nos queda tiempo para más.

 

Te odio desde mis entrañas, con la misma fuerza que te amé.

Esta es la última vez que digo tu nombre, esta

es la última vez que pierdo el sueño, que quiebro mis alas, que sufro y grito, loca y desenfrenada. 

esta es la última vez que te escribo, la última vez que te suplico.

 

Ya no me queda tiempo para más.