Y quisiste que fuese invisible,
Que dejara de susurrar al viento tu nombre,
Que borrara de mí tu recuerdo,
Que dejara de insistir por más tiempo,
Que secara tus besos en el sol,
Que dejara correr las esperanzas en el río,
Que la neblina enfriará mi respiración,
Que no te soñara con mis ojos abiertos,
Que no rogara tu presencia en mis días grises,
Que no extraña tus palabras,
Que me olvidará del primer beso,
Que hiciera como si no te quise,
Que mi amor lo hiciera leña para el fuego,
Que el fuego que sentía por ti, acabará,
Que el insomnio por tu calor durmiera...
Quisiste que te dejará.
En serio me lo pediste sin remordimientos.
Y esta vez lo hice.
Para tu creyeras.
Pero aquí en mi corazón, aún ardes todavía.