Daniela Cortés

Capítulo III. Resignación.

Aquí dejo nuestros sueños sin cumplir,

las cartas y los poemas que no te leí.

Aquí dejo los restos de nuestro amor 

y también el dolor que la despedida causó.

Espero encontrarte en un par de años,

cuando los dos hayamos madurado 

y entendamos que el amor es de dos 

y no de quién lo recibía mejor.

Siempre te dije que un puente 

de un solo lado no se mantiene,

sino que ambas partes son quienes lo sostienen 

y si no se pudo lograr lo esperado,

al menos espero que no se te haya olvidado

porque cuando te llegue otro amor 

debes recordar que tienes que ver por los dos.

Es cierto que aún veo nuestras viejas fotos 

y los recuerdos me nublan los ojos,

pero agradezco que haya terminado 

porque nos lastimamos demasiado

y porque yo quiero lo mejor para ti,

fue bueno alejarme de ahí.

Aquí dejo todo el amor que aún te tengo,

los besos, los abrazos, 

las mañanas enredados con tus sábanas,

las tardes de pizza con unos tragos,

hasta que se me dormían las piernas.

Aquí dejo todo lo que me hiciste sentir 

porque ahora entiendo que debo dejarte ir.