Matias 01

MAÑANA

Mañana nos juntaremos,

allí donde se pierde el eco, 

allí donde el proyectil del dolor

no nos alcance y se muera en un estruendo

vano de ceros a la izquierda;

Mañana será el día,

porque hoy es la última piedra

que he de cabecear

en este desierto palpitante,

en que he venido a descansar

junto a mi mariposa de sombra.

 

¡No me ha visto nadie!

En esta tarde, que se arrastra

con sus rojizas alas que acaban por quemarse

y desplegarse como sombras

de un candelabro

que nos muerde el dolor;

Yo que he gozado mi despilfarro

de mundo y de carne,

ahora abrazo con mis brazos viudos

a mi sombra tísica,

a mi dilatada almohada con relieves

de madrugadoras sienes,

los dejo con amortajada tristeza;

Yo no sé si al arrastrar

esta lírica emoción, salten los clavos

de esta cruz,

como mil puñales azorados,

hacia el fondo de la viejas bocas

de la noche azul.

 

Mañana estaremos juntos.

Ya no reiremos a hurtadillas

ni el dolor podrá entrar con sus uñas

por el subsuelo para vivirnos;

Estaremos juntos y toda tu dulzura

será a cada rato,

y será de luz y no de mármol,

como esta escultura

de mano helada y mañana eterna

quien me recuerda a mi alma

como una sombra individual

que aguarda en su presente

el nombre

que será mañana.