Lechuza o Paula la Loca

Aplacamiento

Habían unas tardes en las que yo miraba el cielo hondo, 

y sentía el viento profundo, 

y tu esperabas y sonreías y vivías.

Habían unas tardes en  las que me mirabas y reías,

habían unas tardes en que las sombras dormían

y el misterio podía continuar.

 

Había un atardecer de nunca jamás,

un sentir de eternidad,

que ya no es y no será.