Nacho Rey

KAPPUT

 

¡Ay!. El Amor a veces engaña;

Kapput me dejó ya en mi juventud.

Mi santa panza se convirtió en telaraña:

el estornudo cáncer de mi esclavitud.

 

La fémina, mi santa Amazona engañosa

pues lástima le daba mi acento crudo,

yo con mi mundo y ella la nota furiosa:

otra vez mi fracaso patente y tartamudo.

 

Si jamás enchufé lo que estaba acabado:

¿cómo no caer kapput ante su cuerpo y ella?.

Y es que yo, muy cobarde ante tan bella

 

mujer, matarme fué fácil resultado.

Inútil yo, y no fémina, soy amargo delito:

KAPPUT,KAPPUT ES MI NOMBRE MALDITO.