Sierdi

NO PUEDO VIVIR SIN ELLA

 

Soñé con satín, plumas y algodón,

En el placentero tálamo nupcial.

Pero cuando vertió su fatal afonía,

Sufrí aguijones. ¡Qué agonía!

 

Para qué odiarla, si mentiría contemplándola,

A los pocos segundos la amaría, mucho más.

Como desde el  principio, la conocería nuevamente.

Elogiaría su belleza, olvidando cabalmente, los impases.

 

Para qué un verde prado florecido.

Si el césped, no reverdece en verano.

 

Como nuestro amor siempre lozano.

Donde tus flores, emanan mil caricias.

 Y los pétalos besan, nuestros olfatos. 

 

Para qué una cena romántica, 

Tan deliciosa, como tu sonrisa.

Con festín y velas. Muy apetecida.

 

Si cavas al mirarme, mi sepultura.

Así seas bella, quién… quien…  me cura.

 

Pero al final…

 

Tu piel se confabula con mis manos,

Fulgúreas, con tus labios carmesí,

Como el sol que me levanta, en las mañanas, 

Estimulándome, con tus impetuosos besos,

Sin tregua, recorriendo mis desoladas, pieles.

 

Llegando al tan anhelado

Jardín de enredaderas;

 

Labio con labio

Brazo con brazo

Cuerpo con cuerpo.

 

Y ser el arbusto más bello.

…Un solo árbol.