Sebastian Yuerdeng

Lo que quisiera

Yo deseo siempre, desraizar un trozo de mí

para ver sus mejillas blancas enrojecerse 

para enternecerla, y siquiera verla sonreír.

 

Y dejaría morir en soledad mis ideas 

como la hoja reseca de una rama caída 

que lentamente se muere besando la tierra

 

Y que muere entre infinidad de amigas

que han caído y cayéndose como ella,

van por sólo un beso, a quedar dormidas

 

Porque si perderme mi destino sea

en la complejidad de sus ensueños 

¡Yo lo haría! Aunque ni ella me creyera

 

Y aunque en aquellas altas noches sombrías 

como aquella olvidada hoja me marchite,

le pediré sus lágrimas, para hacerlas mías

 

Dejando sus ojos tan claros como el día 

y la tierra y el cielo de ternura infinita 

ardiendo con nueva luz en sus pupilas

 

Y para mí, esa... ¡Esa sería mi alegría!