Jordan Sanchez

Estigma

Nunca enterré.
Esa sensación en la cabeza,
ni siquiera un fantasma,
lo  físico,
que camina en las paredes,
y si fuera poco, pero no es poco,
el temblor,
la imagen, la imagen, el recuerdo.
Abnegado, detenido en la milésima parte,
de un año, diez años, algún tiempo.
El olvido necio, borrado, aniquilado,
si algo falta,
no lo digo, lo cuento a mi cabeza.
Así lo que se disuelve, el alma de las cosas,
perdidas, no perdidas,
pero sigo siendo yo, el inmolado,
la desnutrida presencia mía, que huye…
Del olor cualquiera, sí, pero no,
con esa ausencia,
que el silencio compra sin domar,
todas las noches,
así cansado de hablar de las noches,
nocturnas, oscuras, ciegas, sin estrellas, citadinas,
negadas, de nadie, de nunca.
Aferrado con los ojos bien cerrados,
a un sueño más,
despertar temprano: letargo.
Resaca de buenos días.