Olenka Quiroga G

De guerra

Mujer de guerra,

que te hacen el amor a la puesta de luna,

que cabalgas sobre el valle del encanto

y riegan las flores de tus placeres,

que cobijan tus lunares en unas manos que no curan,

que te dejan exhausta de tan peligroso sentimiento

y dejas caer la cabeza sobre la almohada,

y le das la espalda,

y te duermes.

 

Mujer de guerra perdida,

que detienes los autobuses en los que deseas bajar nunca

y lees algo de Elvira,

y lloras por el verso de Tudela.

 

Mujer de guerra al sol,

que ilumina Londres y a ti te guarda en un cajón,

que te vistes de miedos e inseguridades,

que alguna vez te follaron con rabia y desilusión,

y desde aquel preciso instante

no has vuelto a dormir en un pecho

que te haya hecho sentir en casa.

 

Mujer de guerra,

que visitas los bares para ordenar agua,

que no sabes que los viernes son para salir de fiesta,

que me enloquece tus faldas cortas,

tus bufandas de algodón y tus zapatos de taco quince,

que te veo,

que no sé tu nombre,

que te calculo la edad y no pasas de veinticinco.

 

Mujer de guerra,

que te hacen el amor a la puesta de luna.

Tu última noche

en una noche cualquiera.